Fábrica de juguetes de capital argentino que desde 1950 elabora productos de excelente calidad, apuntando al sano entretenimiento de los niños y brindándoles siempre el cuidado que ellos se merecen.
Breve reseña histórica
El caucho, ese material negro y duro, fue la base de un juguete que quedará grabado en el corazón de toda una generación de argentinos.
Eso sucedió con la intervención de Don Ricardo Alberto Macchiavello (1922 – 2013) quien después de haber pasado sus primeros años de oficial del Ejército Argentino, con una enorme vocación hacia la ingeniería de puentes y caminos en la cordillera, debió obtener la baja debido a un accidente en campaña.
Su espíritu activo e inquieto hizo que apenas cayera en sus manos un auto de juguete importado, fabricado en goma, se abocara a la tarea de fabricar algo así en el país.
El lugar elegido para fabricar fue Lanús, entonces casi descampado en su zona no residencial. Allí había entonces depósitos de todos los insumos necesarios y con la instalación de un calentador de aceite, un conjunto de prensas, una mezcladora chica de goma y un pequeño y rústico horno para pintura y vulcanizado, comenzó una incipiente fabricación en serie.
El nombre de la marca DURAVIT data de esos primeros años, antes aún de 1950, y paulatinamente se fue abriendo paso en el mercado juguetero, así como en la forma de jugar de tantos chicos, que adoptaron a estos juguetes como sus compañeros inseparables de andanzas, usándolos en carreras, paseos y hasta como moneda de cambio para obtener uno que les faltaba.
Los altibajos económicos y las idas y venidas nacionales con relación a las importaciones hicieron también lo suyo, al punto tal de dejar a esta industria que ya contaba con casi 30 años de presencia y unas 50 personas empleadas, a tener que reducirse casi a la nada.
Allí, el hecho de ser armada como empresa de familia, tanto empresarios como operarios, el cariño por lo que hacían hizo que surgieran otras personas con ganas de tomar la posta y así comenzó una nueva etapa de afirmación primero, expansión y gradual paso hacia la adopción de los plásticos como base de sus productos en reemplazo del caucho. Esto, si bien resultó lamentable para los románticos del juguete de caucho, resultó el elemento básico para la expansión, crecimiento, mejora de la calidad y diversificación de productos que llegan hasta el día de hoy.
Aquel juguete de caucho inicial, pasó a convertirse en un elemento de colección, enormemente apreciado, de presencia infaltable en las ventas por internet o en las ferias de San Telmo, donde un séquito de seguidores se asombra de que esa marca aun exista en casi todas las jugueterías.
El DURAVIT de hoy ocupa importantes espacios en las góndolas de los principales supermercados y es causa de mucho movimiento en los centros logísticos debido a su permanente, firme y siempre creciente demanda.
La antigua empresa CAUPUR fundada por Macchiavello y convertida en SA en 1970 recibe hoy a la tercera generación de esa familia participando en su gestión, sigue teniendo presencia en todo el territorio nacional y dentro de sus posibilidades atiende a clientes de países vecinos, fieles a la marca.
Tiene una excelente dinámica de presentación de novedades, esmero en el diseño, preocupación por la calidad y la seguridad de sus productos y hace gala de ser una PYME cuya responsabilidad social empresaria hace que muchas familias quieran seguir atadas a su destino.